jueves, 17 de abril de 2008

¿Sabemos Callar?


Hablar cuando es conveniente callar, es condenarse al fracaso; es echar a perder las cosas o quizás empeorarlas. Callar cuando en prudente hablar, es signo indudable de cobardía; es no cumplir con el deber, no cumplir con la verdad. El silencio será beneficioso cuando sea mas prudente callar; será dañino cuado surja la obligación de hablar. La palabra será útil y productiva cuando salga de un generoso deseo de ayudar al hermano; será contraproducente cuando vaya envuelta en sentimientos egoístas o en deseos de humillación para los demás. Silencio y palabra, callar y hablar… habrá q irlos moderando y aplicando con prudencia; con esa prudencia q los convertirá de vicios en virtudes. A fin de cuentas, mas se aprecia al que reprende que al que adula porque “El que adula a su prójimo le tiende una trampa” y además q “Una respuesta sincera es como un beso en los labios”.

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