miércoles, 30 de abril de 2008
Amarse con los ojos abiertos
Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos endilgarle al vínculo de pareja, este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.
Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.
Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.
Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.
Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en ella. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.
Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro".
Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.
Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.
Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.
Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.
"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, quizás en la versión masculina y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser. En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.
Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.
Jorge Bucay del libro: "Amarse con los ojos abiertos"
AMOR Y LOCURA
Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre. Cuando el
aburrimiento bostezaba por tercera vez, la locura como siempre tan loca propuso: "Vamos a jugar al los escondidos". La intriga levantó el ceño extrañada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó:
¿A los escondidos? ¿Y eso cómo es?
Es un juego, explicó la locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden, y cuando ya haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El entusiasmo bailó secundado por la euforia y la alegría dio tantos saltos que terminó de convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban, y la soberbia pensó que era un juego muy tonto, en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella, y la cobardía prefirió no arriesgarse.
Uno, dos y tres, empezó a contar la locura.
La primera en esconderse fue la pereza que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. La fe subió al cielo y la envidia se encontró tras la sombra del triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que si un lago cristalino para la belleza; que si la hendija de un árbol: perfecto para la timidez; que si el vuelo de una mariposa: lo mejor para la voluptuosidad, que si una ráfaga de viento: magnífico para la libertad, y así terminó en ocultarse en un rayito de sol.
El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero solo para el. La mentira se escondió en el fondo de los océanos, mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris, y la pasión y el deseo en el cuarto de los volcanes.
Un millón!, contó la locura, y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza solo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la fe discutiendo con Dios sobre zoología y a la pasión y el deseo las sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia, y claro, pudo deducir donde estaba el triunfo. El egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el solito salió de su escondite, resultó ser un nido de avispas.
De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago descubrió la belleza, y con la duda resultó todavía más fácil, la encontró sentada cerca sin decidir aun de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos. El talento, entre la hierba fresca, a la angustia, en una oscura cueva, a la mentira, detrás del arco iris, mentira si estaba en el fondo de los océanos, y hasta encontró al olvido, ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.
Pero solo el amor no aparecía por ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montañas, y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del amor. La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra, el amor es ciego y la locura
siempre lo acompaña.
Las Dos Vasijas
Un cargador de agua de la India tenía dos vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba en cima de los hombros.
Una de las vasijas tenía varias grietas mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el aroyo hasta la casa de su patrón. Pero cuando llegaba la vasija rota sólo tenía la mitad del agua. Esto fue así diariamente a lo largo de dos años completos. Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, porque se sabía`perfecta a los fines para lo que había sido creada, pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: " Estoy avergonzada y me quiero disculpar con tigo porque debidio a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir". El aguador apesadumbrado le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino".
Así lo hizo la tinaja y en efecto vió hermosísimas flores a lo largo del trayecto pero igual se sentía apenada porque al final sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta que las flores a lo largo del camino sólo crecen de tu lado? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar lo positivo de ellas, sembré semillas de flores a lo largo de todo el camino donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo, aún con tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza"
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas, todos somos vasijas agrietadas pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.
jueves, 24 de abril de 2008
AUNQUE NO TE PUEDA VER
miércoles, 23 de abril de 2008
El arte de sonreír desde adentro
Sobre la sonrisa
lunes, 21 de abril de 2008
Significado de los Besos
EL BESO
El primer beso no se da con la boca sino con la mirada.
domingo, 20 de abril de 2008
LA ENFERMEDAD DEL AMOR
Mejor amor
Generalmente uno se enamora cuándo se enamora y de quien se enamora. Pero: ¿qué ocurre cuando una persona tiene dudas entre dos personas que le gustan y siente atracción por las dos?. Quizás una posibilidad es continuar las relaciones hasta que nos decantemos con claridad por una u otra, de acuerdo con la persona que más nos guste de las dos. En todo caso, quizás sea interesante que reflexionemos sobre el tema.
¿Existe el mejor amor?
¿Qué puedo hacer para identificar el mejor amor?
¿Cuándo y por qué es mejor un amor que otro?
El mejor amor de mi vida eres tu...
Algo parecido decía la letra de una canción muy conocida. Y es cierto que cuando hay un amor verdadero realmente no nos cabe duda de que existe el mejor amor: la persona que amamos.Hay personas sin embargo que buscan "el mejor amor" quizás porque no han encontrado aquello a lo que aspiran o quizás porque deseab mejorar, salir de dudas... ¿Cuál es el mejor amor?
1.- El mejor amor es el que más te quiere. La vida es muy larga y a veces pasa por visicitudes inimaginables. Aquella persona que tiene un amor profundo y verdadero por ti, el mayor amor, a priori, es el mejor amor para abordar todas esas visicitudes.
2.- El mejor amor es el que tiene mayor empatía contigo. Es el que se pone en lugar tuyo y piensa en cómo ayudarte y agradarte. Su generosidad le lleva a poner tus cosas por delante de las suyas.
3.- El mejor amor es el que mejora con el tiempo. Hay amores que nacen teniendo un perfil bajo y que conforme evalucionan y se desarrollan van adquiriendo una intensidad y profundidad desconocidas.
4.- El mejor amor es el que te llena plenamente. Aquel que agota tus aspiraciones y te colma en todos los sentidos.
5.- El mejor amor es el amor cómplice. Sí, aquel donde la química, la magia, la chispa, se dan en todo momento y donde cada uno sabe lo que quiere el otro, todo esto sin mediar una palabra...
6.- El mejor amor es el que te hace sentir los más bellos sentimientos y emociones. Te hará sentir cosas nuevas y te permitirá desarrollarte como persona en muchas vertientes desconocidas para ti.
7.- El mejor amor es el que hace posible que disfrutes tanto o más en dar que en recibir.
8.- El mejor amor es la mejor compañía. Sin hablar, o sin hacer nada especial, dejando pasar el tiempo, la mera compañía es suficiente para colmar las aspiraciones de dos enamorados de verdad.
9.- El mejor amor es la mayor atracción. Es atracción emocional, sexual, intelectual personal...
1o.- El mejor amor es aquel en el que se da la mayor comunicación. La comunicación es fluida, se comparte lo bueno y lo malo, y cada día esto contribuye a reafirmar y consolidar el compromiso entre dos personas.
jueves, 17 de abril de 2008
Naufragando
Algunas veces es difícil y duro navegar por el Mar Amor, siempre tenemos que tener algún salvavidas que nos ayude a flotar en caso de naufragar y nunca perder la ilusión por seguir viajando.
Hablar con la mirada
Aqui os dejo una historia que un dia leí y la verdad que me gusto mucho. Espero que os guste tanto como a mi :
MIRADAS ......
A medida que mis pies avanzan el corazón se dispara y va latiendo más y más fuerte, parece a punto de salirse de mi pecho y su sonido es ensordecedor. Pero tú no lo oyes.
Cada día es lo mismo, camino hasta donde tú estas, ese sitio de rutina donde nuestros ojos se cruzan y yo me centro en el azul cielo de estos para luego volver al infierno de realidad al apartar la mirada. A veces bajo la vista hasta tu boca, esos labios que me encantaría besar, esos dientes tan blancos como la nieve pura. Y de esa tu pureza paso a un mundo corrompido.
Un mundo donde solo estoy por una razón, y esa razón eres tú. Cada día me despierto solo porque tú lo haces, me preparo y desayuno solo porque existes, y voy al trabajo solo para obtener un dinero con el que poder subsistir y no morir y perderte. Viajo en el metro tantas veces hasta la parada siguiente para luego pasar al otro tren, dar la vuelta y pasar de nuevo por tu taquilla siendo consciente de que el metro lo crearon solo para nosotros dos, para que tú estés ahí y yo te vea. Después, vuelvo a casa con tu recuerdo en la mente y paso esas horas libres en escribirte esos poemas que luego quemo, porque sé que llegan a tu espíritu y los recibes de esta manera. Y por eso, sin conocerme, todos los días me sonríes.
Hace ya tiempo que me di cuenta de que eres especial. Ese día todo se volvió gris, pensé que era un fallo de mi vista, y entonces vi a una sola persona con sus colores naturales. Eras tú. Después de un año así, pasó otra cosa extraña, y fue que el rostro de todas las personas que veía eran tan solo dos ojos y una boca, mientras que el tuyo, el único que mis ojos dejaban que viera, conservaba todas tus facciones, su frescura y hermosura. Y desde hace poco, todas las voces que oigo están roncas, menos la tuya, musical y cantarina, que entona ese gracias con esa dulzura como dulce eres tú.
La vida que llevo de día no es nada, mi cielo, pues la verdadera vida la hago de noche, cuando en mis sueños nos encontramos, y entonces hablamos de cómo es el mundo, de todas las personas que ves y como son, porque tú los conoces con solo mirarlos. Me hablas del anciano que ha perdido a su hija en un accidente y va todos los días a ponerle flores, de la ejecutiva que ha entregado su vida a las drogas y tiene sin saberlo el SIDA, del estudiante que esta inseguro por su examen de matemáticas y de la amiga que siempre lo acompaña a casa y que le ama en secreto. Y entonces tú me miras, y me dices que puedo hacer de nuevo mi vida colorida, volver a ver la cara de los demás y oír todas las voces, tan solo he de decirte al día siguiente que te quiero, y entonces las barreras que nos separan en esa cruel realidad caerán y podremos estar juntos.
Pero sabes que no puedo hacerlo, que nunca podría y que es muy posible que muramos y que nunca estemos juntos porque no voy a ser capaz de atreverme a decírtelo. De expresarte mis sentimientos, tanto que te quiero y por ello, tanto miedo que tengo a perderte, o que de repente mi mundo no tenga nada de sentido.
Hoy no nos hemos encontrado porque no puedo dormir. Por eso escribo lo que siento, porque hoy no te lo podré contar. Creo que tampoco podré contártelo nunca, pero si me quieres, sabrás leerlo en mi mirada, oírlo en mis silencios, y entonces, si tú quieres, podremos estar juntos.
Silencio como mal consejero
¿Sabemos Callar?
Hablar cuando es conveniente callar, es condenarse al fracaso; es echar a perder las cosas o quizás empeorarlas. Callar cuando en prudente hablar, es signo indudable de cobardía; es no cumplir con el deber, no cumplir con la verdad. El silencio será beneficioso cuando sea mas prudente callar; será dañino cuado surja la obligación de hablar. La palabra será útil y productiva cuando salga de un generoso deseo de ayudar al hermano; será contraproducente cuando vaya envuelta en sentimientos egoístas o en deseos de humillación para los demás. Silencio y palabra, callar y hablar… habrá q irlos moderando y aplicando con prudencia; con esa prudencia q los convertirá de vicios en virtudes. A fin de cuentas, mas se aprecia al que reprende que al que adula porque “El que adula a su prójimo le tiende una trampa” y además q “Una respuesta sincera es como un beso en los labios”.
El Arte del Silencio
Principios necesarios para callar
1. Sólo se debe dejar de callar cuando se tiene algo que decir más valioso que el silencio.2. Hay un tiempo para callar, igual que hay un tiempo para hablar.3. El tiempo de callar debe ser el primero cronológicamente; y nunca se sabrá hablar bien, si antes no se ha aprendido a callar.4. No hay menos debilidad o imprudencia en callar cuando uno está obligado a hablar que ligereza e indiscreción en hablar cuando se debe callar.5. Es cierto que, en líneas generales, se arriesga menos callando que hablando.6. El hombre nunca es más dueño de sí que en el silencio: cuando habla parece, por así decir, derramarse y disiparse por el discurso, de forma que pertenece menos a sí mismo que a los demás.7. Cuando se tiene algo importante que decir, debe prestársele una atención particular: hay que decírsela a uno mismo, y, tras esta precaución, repetírsela, no vaya a ser que haya motivo para arrepentirse cuando uno ya no sea dueño de retener lo que declarado.8. Si se trata de guardar un secreto, nunca calla uno bastante; el silencio es entonces una de esas cosas en las que de ordinario no hay exceso que temer.9. La reserva necesaria para guardar bien silencio en la conducta ordinaria de la vida no es una virtud menor que la habilidad y el cuidado en hablar bien; y no hay más mérito en explicar lo que uno sabe que en callar bien sobre lo que se ignora. A veces el silencio del prudente vale más que el razonamiento del filósofo; el silencio del primero es una lección para los impertinentes y una corrección para los culpables.10. A veces el silencio hace las veces de sabiduría en un hombre limitado, y de capacidad en un ignorante.11. Por naturaleza nos inclinamos a creer que un hombre que habla muy poco no es un gran genio, y que otro que habla demasiado es un hombre aturdido o un loco. Más vale pasar por no ser un genio de primer orden, permaneciendo a menudo en silencio, que por un loco, dejándose arrastrar por el prurito de hablar demasiado.12. Es propio de un hombre valiente hablar poco y realizar grandes hechos. Es de un hombre de sentido común hablar poco y decir siempre cosas razonables.13. Por más inclinación que tengamos al silencio, siempre hay que desconfiar de uno mismo; y, si tuviésemos demasiado deseo de decir algo, a menudo eso mismo sería motivo suficiente para decidirse a no decirlo.14. El silencio es necesario en muchas ocasiones, pero siempre hay que ser sincero; se pueden retener algunos pensamientos, pero no debe disfrazarse ninguno. Hay formas de callar sin cerrar el corazón; de ser discreto, sin ser sombrío y taciturno; de ocultar algunas verdades, sin cubrirlas de mentiras.